A la hora de almacenar la leña hay una serie de consejos a seguir antes de que llegue el momento de usarla. En este artículo te explicaremos cuáles son las mejores prácticas para sacar el mejor rendimiento y calidad a la leña.
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Guarda la leña antes del verano
Si, éste es el primer consejo y el más importante de todos, antes de utilizar la leña debemos asegurarnos de que está seca. Habitualmente el tiempo de secado de la leña si está en un sitio bien ventilado y con luz solar es de entre unos 6 y unos 9 meses. La razón por la que debe estar en un sitio bien ventilado es para ayudar a que pierda toda su humedad. Una leña verde recién cortada puede llegar a tener hasta un 60% de humedad dependiendo de la especie, mientras que una leña seca nunca tendrá más del 20% de humedad.
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No guardes la leña en el suelo
La leña necesita estar lejos del suelo para un correcto proceso de secado, el contacto con la tierra del jardín hace que conserve su humedad y además se convierte en un nido perfecto para los insectos. La mejor forma de almacenarla está encima de un leñero. Los leñeros separan la leña del suelo del jardín unos centímetros y le dan espacio para que pase el aire y se ventile para favorecer su secado.
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Apila los troncos más grandes debajo
A la hora de hacer la pila de leña, otra buena práctica es poner los troncos más grandes debajo para ganar estabilidad en la pila y así llenar los agujeros que quedan con los troncos astillados más pequeños, dejando así una base plana por la siguiente fila de leña. ¡Las primeras veces puede ser difícil pero con el tiempo y práctica te saldrá un montón perfecto!
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Ponerla bajo cubierto
Como hemos dicho anteriormente es importante que la leña esté expuesta al viento y al sol para que se seque correctamente durante toda la temporada de verano y otoño, pero también es necesario proteger nuestra pila de leña de la lluvia. Por eso el leñero debe disponer de una cubierta que sea un poco más larga que la pila pero que esté descubierta por los lados para que le dé el sol y corra el aire. Un leñero completamente cerrado es viable sólo en caso de que la leña ya esté seca desde el principio.
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Asegúrate de que la leña está seca antes de utilizarla
Hay algunas señales que nos dicen si la leña ya está seca:
- Peso: la madera seca es mucho más ligera porque la mayor parte del peso está en su humedad.
- Color: Una muestra de que la leña ha perdido su humedad es que el color de la leña habrá cambiado de un marrón vivo a un tono más grisáceo.
- Grietas: la leña como toda la madera se agrieta de forma natural a medida que se va secando.
- Olor: Mientras la leña recién cortada tiene un agradable aroma fuerte y fresco, la leña seca tiene un aroma más suave.
- Humo: Si todavía quedan dudas, la prueba de fuego (nunca mejor dicho) es intentar quemar algunas astillas del montón. La leña verde y húmeda cuando arde saca bastante de humo.
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Más vale que sobre que falte
Con los años verás cuál es la cantidad aproximada de leña que gastas, por eso es importante que siempre dispongas de un 25% más de leña almacenada antes de que llegue el invierno por si este próximo invierno es especialmente más frío. Quedarte sin leña seca en medio de un invierno frío es un problema que debemos evitar en la medida de lo posible. Además, si no necesitas quemar ese 25% de leña la tendrás disponible para el próximo año.
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Ten cerca del fuego un pequeño montón de leña
Cuanto más práctico mejor, cuando hayas entrado en la rutina de secar la leña al exterior, te dará mucha comodidad tener un pequeño montón de leña seca cerca del fuego, aparte de dar una imagen de mayor calidez a tu hogar también te facilitará el trabajo no tener que salir fuera de casa a buscar cada vez que necesites, además, los meses de invierno suelen ser acompañados de lluvia y nos interesa que la leña seca que utilizamos no esté mojada justo en el momento de utilizarla.
En resumen
Un correcto secado de la leña te ayuda a calentar la casa de una forma más óptima y limpia, por eso, planificar la compra en verano y guardarla en un leñero fuera de casa dará mejores resultados. Si además tenemos un pequeño montón dentro de casa, siempre tendremos leña seca a mano para cuando haga falta mantener el fuego encendido.
En la tienda de la Serradora Campamá almacenamos y disponemos de leña durante todo el año pero cuando más seca está es durante los meses de verano y otoño, por lo que si quieres aprovechar al máximo tu espacio de casa puedes comprar la leña seca hasta en los meses de octubre o noviembre. A partir de esa fecha es cuando comienza la temporada de frío y nuestras existencias de leña seca se acaban. Por eso siempre recomendamos a nuestros clientes que si tienen espacio en su casa planifiquen la compra de su leña antes de que empiece la temporada.
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